El 15% de la población mundial tiene algún tipo de discapacidad. Esto significa que una de cada siete personas convive con barreras de todo tipo. Todos lidian al menos con 2 de las 6 dimensiones de la discapacidad. Por un lado, al menos una de las dimensiones habituales de movilidad, audición, visión, cognitiva y mental, y por otro #LosDel85.
Cuando comprendemos que la discapacidad no es una característica exclusiva de unos pocos, sino una parte de la diversidad humana, dejamos de pensar en «nosotros» y «ellos».
#LosDel15 no son superhéroes, son exactamente como tú
En muchas ocasiones se admira a las personas con discapacidad como si fueran superhéroes. Y aunque la resiliencia que demuestran es innegable, esa mirada puede ser contraproducente. No se trata de «superar» la discapacidad ni de cargarles con el rol de ser ejemplos perennes de inspiración. Se trata de tener los mismos derechos y oportunidades, de ser reconocidos como profesionales capaces y de aportar al mundo laboral y social en igualdad de condiciones.
Es aquí donde entra en juego la verdadera inclusión: ver a cada persona en su totalidad, sin etiquetas limitantes. No son #LosDel15, son compañeros, colegas, amigos, padres, madres, abuelos, con y sin hipoteca.
Y la mejor manera de integrarlos es entender que forman parte del mismo puzle que tú. Y para encajar debemos asumir que tienen el mismo perfil.
La disrupción que necesitamos: transformar la mentalidad de #LosDel85
Hacer inclusión no es solo abrir espacios para las personas con discapacidad; es también desafiar la percepción de #LosDel85. La disrupción no está en la adaptación de herramientas o en las políticas de diversidad (aunque son esenciales). La verdadera revolución está en la mentalidad de quienes no tienen una discapacidad y aún no asumen completamente la importancia de la inclusión.
Empoderar a #LosDel15 no es suficiente si #LosDel85 no están dispuestos a moverse, a cuestionarse, a aprender. Si sigues viendo la discapacidad como algo de los #LosDel15, o como algo que requiere acción, pero no necesariamente de ti, entonces aún no has entendido el punto.
Un acto de voluntad. Sé parte del cambio
La inclusión no es un acto de caridad ni de cumplimiento normativo. Es un acto de voluntad, de decisión consciente de construir un mundo donde todos tengan un lugar, sin importar sus capacidades. Y esto es una responsabilidad compartida.
Un año después, yo #MeSientoPro, pero no por abrir el espacio de oportunidad para este grupo de compañeros, ni por aceptar y culminar el reto de inclusión, sino por haber pasado a #LosDel100 y dejar de tener súper héroes alrededor.
Si eres parte #LosDel85, pregúntate: ¿Qué estás haciendo para que #LosDel15 sean reconocidos como iguales? La inclusión no es una opción, es un requisito.
El reto no es solo para ellos. Es para ti. Es para todos. Porque al final, la diversidad nos beneficia a todos. Es momento de cambiar el enfoque y empezar a actuar.