¿Cuánto tiempo llevas en Telefónica y qué valoración haces de este tiempo aquí?
A finales de año cumpliré treinta y seis años en esta empresa. Treinta y seis años de los que me siento tremendamente orgulloso porque creo haber contribuido, o al menos eso he intentado, a optimizar las inversiones de la empresa de forma que se consiguiera el mayor retorno de dinero y en el menor tiempo posible, pero, a la vez, he intentado mejorar la calidad de vida en las personas de las zonas en las que en cada momento he tenido responsabilidad. Siempre he tenido la satisfacción de estar beneficiando a las dos partes: empresa y sociedad.
¿Hay algún proyecto en Telefónica del que te sientas especialmente satisfecho u orgulloso?
La transformación de la red de cobre a FIBRA (así, con mayúsculas), me parece un proyecto épico; toda una obra de gigantes, que aún no se ha apreciado en todo lo que vale. Hemos acercado el futuro al mundo, y hemos acercado el mundo al futuro. Le estamos dando la oportunidad de llenarse a la España vaciada, acercamos a nuestras empresas a los principales centros de investigación del mundo. Y les damos la oportunidad de captar el talento allá donde se encuentre, sin necesidad de desplazarlo hacia sus sedes. Estoy totalmente convencido de que el futuro traerá la desconcentración de la actividad de las grandes ciudades, porque el sentido común así lo dicta, Y nuestro trabajo, nuestra red, será en gran parte responsable de esa transformación.
¿Qué crees que ha aportado Telefónica a la sociedad?
No concibo a la sociedad actual sin nuestros servicios. Hemos sido el motor para llegar a esta sociedad moderna en la que estamos, aunque tengo la impresión de que nos hemos adelantado algo a las necesidades, no obstante estamos mostrando el camino de cómo debe ser ese futuro en el que la distancia geográfica o la edad no sean sinónimos de alejamiento social . Estoy seguro de que la sociedad va a evolucionar por una guía que hemos ayudado a redactar. Hace diez años nadie hubiera podido pensar que una persona de ochenta años tuviera su fibra, y a día de hoy, mi madre, por ejemplo, que supera esa edad, me echa la bronca cuando pierde el icono de su wifi en su Android. Vivimos cada vez más cerca de lo que nos mostraban las películas de ciencia ficción, y en parte ha sido gracias a nosotros. Luego han venido otros operadores a hacer lo mismo, pero no han hecho más que seguir la estela que hemos marcado.
¿Dónde ves Telefónica en el futuro?
El ser el pionero no es suficiente garantía para prevalecer. Telefónica le ha echado ganas y valor al despliegue de la fibra, ha hecho algo grande y los clientes lo supieron agradecer fidelizándose con nosotros y aumentando nuestros ingresos, hasta que llegaron otras operadoras que atraídas por nuestro éxito, también apostaron por la alta velocidad en las comunicaciones. Cuando creemos que ya podemos relajarnos porque casi toda la red está transformada, vemos que llegan las empresas que con el único argumento del precio seducen a nuestros clientes. Por desgracia, si nos relajamos perdemos. Dónde se vea Telefónica en 2050 dependerá mucho de su cintura para adaptarse a los nuevos tiempos, aunque estoy seguro de que encontrará la forma de seguir liderando las comunicaciones de éste y otros países.
¿Podrías vivir sin teléfono móvil?
No. ¿Otra pregunta?
Respondiendo en serio, rara vez compro un móvil de más de un par de cientos de euros, pero una vez que lleva conmigo un tiempo, su valor se vuelve incalculable. La mitad de mi vida la vierto en el móvil. Las páginas que miro cada día, mis notas, mis recuerdos, mis fotos, mi música, mis ubicaciones …. Solo me falta usarlo como destornillador. Hay gente que vive sin electricidad y sin agua corriente; de igual forma se puede vivir sin móvil, pero la vida no sería lo mismo.
Ayúdanos a resolver uno de los grandes enigmas de la humanidad: la tortilla de patata… ¿Con cebolla o sin cebolla?
¡Me encanta la cebolla! … pero fuera de la tortilla de patatas. La textura floja y resbaladiza de la cebolla no concilia bien con la contundencia de la de la patata dentro de la tortilla. Una tortilla que no necesite del empuje de una buena caña para transitar por el esófago carece de personalidad.
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Te voy a recomendar a mi jefe: José María Márquez Guerrero, con el que suelo discrepar del enfoque que le damos al trabajo, pero que ha sabido apreciar el valor de los GIS y del complicado mundo de las bases de datos geográficas. Esto no es fácil de vender, pero él lo ha conseguido.
