3GPP: El punto de partida
El 3GPP es la entidad responsable de establecer los estándares de la telefonía móvil. A grandes rasgos, se trata de un organismo internacional donde operadores, fabricantes, y empresas tecnológicas definen cómo deben funcionar las redes móviles. Para ello, sus miembros se reúnen con regularidad para crear estándares de comunicaciones móviles. Estos estándares son como manuales de instrucciones que indican como deben comunicarse los teléfonos con las antenas, qué bandas de frecuencias utilizar, como gestionar los recursos…
Una forma sencilla de entenderlo es imaginando que el 3GPP elabora una nueva receta de cocina: primero define los ingredientes, luego las cantidades y, a continuación, el orden de preparación. Los fabricantes y operadores serían los cocineros que, aunque usen marcas de harina o de aceite diferentes (en este caso, los equipos o tecnologías) siguen esa misma receta, logrando que sus dispositivos y redes sean compatibles entre sí y funcionen de manera eficiente.
Todos estos estándares se agrupan en lo que se llaman releases, y son como actualizaciones de software. Por ejemplo, en su día la release 8 introdujo el LTE, a partir de la release 15 comenzó el 5G, la release 18 habla sobre el 5G-Advanced.
Funcionalidades del suministrador: El paso del estándar a la red
El abanico de posibilidades que ofrecen los estándares es inmenso, por lo que el suministrador escoge parte de lo especificado y, además, añade implementaciones propias que mejoran el rendimiento de la red. No todos los suministradores cuentan con los mismos equipos y las mismas funcionalidades si no que cada uno lanza versiones de software que implementa diferentes partes del estándar. Es como cuando te descargas una nueva versión software de una aplicación para el móvil o para el ordenador, que incluye nuevas funciones, mejoras de rendimiento, correcciones de errores, soporte a nuevos equipos… solo que en este caso aplicaría a toda la red móvil y claro, aquí cualquier error podría costar mucho más caro…
Validación en maqueta
Por ese motivo, antes de probar nada en la red comercial, es necesario realizar una validación previa en maqueta. La maqueta es un entorno de laboratorio controlado en el que se cuenta con diversos equipos que permiten simular una red real. Por ello, siempre el primer paso para introducir en planta una nueva versión de software es realizar esta validación con un objetivo claro: detectar posibles problemas, comprobar la compatibilidad con los equipos, asegurarse de que todo lo que funcionaba con el software anterior sigue funcionando con el nuevo.
Primera implementación en red: FOA
Una vez que una versión de software o una funcionalidad ha sido validada en maqueta, es necesario probarlas en una pequeña parte de la red real. Este es el proceso que se conoce como FOA (First Office Application).
La FOA es como un piloto en una zona geográfica concreta y en la que participan todos los departamentos implicados (tecnología, ingeniería, supervisión, optimización, despliegue…) además del propio suministrador del software.
Se monitorizan estadísticas para ver el rendimiento de la red, la experiencia de usuario, y si es necesario, incluso se realizan medidas de campo.
Normalmente, si no se observan problemas, al cabo de una o dos semanas la FOA finaliza y se emite la autorización necesaria para realizar su despliegue en planta.
Planificación, despliegue y optimización
Una vez finalizada la FOA, comienza el despliegue a gran escala en toda la red. Para ello, primero hay que consensuar con todas las unidades los plazos y condiciones del despliegue, ya que hay algunos cambios que requieren cortes del servicio, otros que tardan mucho en ejecutarse…
Una vez que se instalan y configuran los equipos y cuando la red ya se encuentra en servicio, es necesario ajustar la parametrización y revisar estadísticas para terminar de afinar detalles y asegurar la máxima calidad del servicio.
Conclusión: La magia tras el icono 5G
La próxima vez que enciendas tu teléfono y veas aparecer el icono 5G recuerda que no se trata de magia, sino de todo el trabajo que hay detrás y que comienza con la definición de los estándares internacionales, pasando por laboratorios, pilotos, despliegues… hasta llegar a tu mano mejorando la forma en la que te comunicas.