Háblanos un poco de ti. ¿En qué consiste tu trabajo en Telefónica?
Como Product Designer en Telefónica Innovación Digital, trabajo de forma transversal acompañando a equipos de diseño, desarrollo y producto para que la accesibilidad esté integrada desde el inicio. Mi papel no es el de revisar al final, sino el de sembrar cultura: establecer un mindset inclusivo, coordinar a las partes implicadas, detectar puntos ciegos y estructurar el proceso con herramientas, formación y frameworks que faciliten el trabajo y lo hagan más sostenible.
La calidad y la experiencia de usuario son claves en Telefónica. Pero para que esa experiencia sea real para todos, los productos tienen que estar diseñados desde la inclusión. No se trata solo de cumplir estándares, sino de crear servicios digitales que estén capacitados para adaptarse a distintas personas, contextos y formas de interacción.
En resumen, hago que la accesibilidad deje de ser invisible o voluntaria y se convierta en una capacidad real del producto, compartida y estructurada. Porque si diseñamos para todos, diseñamos mejor.
¿En qué consiste el trabajo de Product Designer y Accessibility Champion?
El trabajo de una Product Designer va mucho más allá del diseño visual. Nuestro flujo empieza por entender: investigar, empatizar, analizar el contexto y detectar oportunidades reales. Diseñamos a partir de necesidades, no de supuestos. En mi caso, además, tengo experiencia liderando equipos de diseño y gestionando proyectos digitales, lo que me da una perspectiva más amplia sobre cómo encajar el diseño en entornos complejos y reales.
Eso hace que mi rol como Accessibility Champion sea más completo. No se trata solo de detectar barreras o revisar entregables: es un trabajo transversal que exige disciplina, visión y mucha coordinación entre las partes. Hay que sembrar cultura, traducir la accesibilidad a decisiones de producto y, sobre todo, comunicar —todo el tiempo— para que esta práctica deje de ser puntual y se convierta en estructural.
Porque si no hay estructura, no hay continuidad. Y si no hay continuidad, la accesibilidad se diluye.
¿Qué características tiene?
Es un rol que combina visión estratégica, sensibilidad por el detalle y mucha capacidad de adaptación. Como Product Designer necesitas escuchar, entender, abstraer y tomar decisiones que equilibren lo deseable, lo viable y lo accesible. No es solo diseñar una interfaz, es anticiparte a cómo va a vivirla alguien.
Y como Accessibility Champion necesitas constancia, empatía y, sobre todo, disciplina. Este rol requiere tener una mirada transversal, hablar con perfiles muy distintos —desde diseño hasta desarrollo y negocio—, formar, explicar, insistir… y mantener la conversación abierta incluso cuando no es prioridad para todos. Es una figura que conecta, que hace visibles los puntos ciegos y que ayuda a transformar la cultura del equipo sin imponer.
Al final, es una mezcla entre diseñar con intención y acompañar con visión.
¿Por qué es relevante?
Es relevante porque durante mucho tiempo la accesibilidad ha sido algo que se ha tratado de puntillas. Un tema poco visible, vinculado casi exclusivamente al cumplimiento legal, y que rara vez se ha integrado de forma estructural en los procesos de diseño y desarrollo.
Pero la realidad es que pensar en accesibilidad es pensar en producto. Es ampliar el alcance, llegar a más personas, diseñar con más escenarios en mente y —sobre todo— anticipar necesidades reales que muchas veces ni siquiera habíamos considerado. Un producto accesible no es solo más justo: es más robusto, más versátil y más innovador.
Diseñar para que un servicio funcione sin ser visto, sin ser escuchado, sin ser tocado o sin usar la voz, nos obliga a repensar su esencia. Y eso no solo beneficia a personas con discapacidades: abre nuevas formas de uso, mejora la experiencia en contextos imprevistos y multiplica las posibilidades del propio producto.
La accesibilidad no resta. Amplía.
¿Qué perfiles profesionales pueden dedicarse a estas tareas?
Los perfiles que pueden dedicarse a accesibilidad o diseño de producto son muy diversos. En los equipos encuentras personas que vienen de ingeniería, arquitectura, psicología, comunicación, diseño industrial, informática… y eso es una gran fortaleza. Todas comparten algo: la capacidad de traducir necesidades en soluciones. Y eso, precisamente, enriquece el enfoque de la accesibilidad.
Cada rol aporta desde su disciplina: diseño investiga y estructura, desarrollo implementa y robustece, QA valida, producto define prioridades. La accesibilidad necesita de todos, pero también de alguien que la conecte.
Ahí entra el rol del Accessibility Champion, una figura transversal que acompaña, visibiliza, pone herramientas sobre la mesa y asegura que ninguna parte del proceso se olvide de que diseñar accesible es diseñar bien. En mi caso, tener una base técnica, experiencia en diseño y en gestión me permite moverme con fluidez entre distintas áreas, entender las dinámicas de los equipos y facilitar que la accesibilidad se mantenga como un eje común.
Lo importante no es saberlo todo, sino saber cómo facilitar, cuándo activar recursos y cómo sostener la conversación para que la accesibilidad no dependa solo del entusiasmo individual, sino de una estructura real.
¿Cuál es la importancia de la optimización digital y el diseño?
Optimizar en digital no es solo hacer que algo cargue rápido o consuma menos recursos. Es diseñar experiencias que funcionen bien, que se adapten a distintos contextos y que se mantengan consistentes en el tiempo.
Desde mi rol, lo entiendo como la capacidad de detectar lo que no aporta valor, de automatizar lo que es repetitivo y de estructurar el diseño para que escale sin perder calidad.
Optimizar también es hacer más con menos fricción: desde pensar componentes reutilizables y accesibles desde el inicio, hasta trabajar con herramientas que nos permitan validar diseño y código sin duplicar esfuerzos. Y por supuesto, integrar la accesibilidad como parte de esa optimización es clave: porque cuando algo está bien diseñado para todos, simplemente funciona mejor.
¿Qué utilidad tienen las metodologías ágiles?
Las metodologías ágiles son marcos de trabajo que nos ayudan a organizar y agilizar los procesos en equipos multidisciplinares. Su utilidad está en permitirnos entregar valor de forma continua, validar hipótesis rápido y adaptarnos mejor al cambio.
No se aplican solo a diseño o accesibilidad: atraviesan todo el ciclo de desarrollo del producto. Nos ayudan a colaborar mejor entre áreas, a tener objetivos claros, a priorizar de forma constante y a detectar antes lo que no funciona.
Dicho esto, su utilidad depende mucho de cómo se aplican. Para mí, lo importante no es seguir una metodología al pie de la letra, sino entender el propósito: conversar, iterar, aprender y construir con sentido. Si se adaptan a cada contexto, permiten sostener temas estratégicos como la accesibilidad sin perder ritmo ni visión de futuro.
¿A qué personas que trabajan en Telefónica nominas para esta entrevista que consideres excelente en su trabajo?
Nomino a mi gran y querido compañero Javier Santillán, por su conocimiento trasversal, pragmatismo y capacidad de reinventarse. Pero sobre todo lo nomino porque es una persona como yo llamo ‘pegamento’. Es una persona que une, que comparte, que empatiza y escucha.