2014: origen del Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería
Aunque pueda resultarnos más conocido el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, que se conmemora desde el año 2015 implementado por la UNESCO y ONU-Mujeres, el Día Internacional de la Mujer en la Ingeniería también ocupa un lugar en el calendario: en concreto, el 23 de junio.
Auspiciado por la Women’s Engineering Society (WES) del Reino Unido desde 2014, esta jornada busca concienciar sobre las labores y logros de las ingenieras, visibilizando su tarea y destacando las oportunidades profesionales existentes.
Asimismo, también persigue el objetivo de alentar a las niñas a considerar las carreras de ingeniería en su horizonte educativo para poder desarrollar su desempeño profesional en este sector.
Tal y como se indica en la propia página web de la jornada, “el INWED da visibilidad a las ingenieras de todo el mundo en un momento en que aún están muy poco representadas” puesto que “en el Reino Unido solo el 16,5 % de los ingenieros son mujeres”. En 2017 la jornada recibió el patrocinio oficial de la UNESCO.
Como curiosidad, la WES nació al finalizar la Primera Guerra Mundial como respuesta a que numerosas mujeres querían seguir con sus carreras de ingeniería, un sector al que habían accedido en el transcurso del conflicto bélico ante las vacantes generadas por los varones que eran movilizados.
Mujeres referentes en ingeniería
A lo largo de la historia, no han sido pocas las mujeres que han dejado huella en el campo de la ingeniería. Veamos algunas de estas referentes que han servido de ejemplo en un ámbito en el que los perfiles masculinos siguen siendo mayoritarios.
De Hedy Lamarr, cuyo día de nacimiento ha dado incluso fecha a la celebración el 9 de noviembre del Día del Inventor, hemos hablado en otras ocasiones en este blog, así que vamos a conocer a otras ingenieras relevantes que con el paso de las décadas han adquirido la condición de referentes femeninos en este campo.
Pilar Careaga
Por contextualizar el momento histórico en el que se produjo el hito del que vamos a hablar, podemos explicar que hasta 1933 no estaría permitido que las mujeres votaran en España.
Unos años antes -concretamente cuatro, en 1929-, Pilar Careaga (1908-1993) se convertía en la primera ingeniera titulada en España, momento en el que obtuvo el título de ingeniera industrial en la Escuela Especial de Ingenieros Industriales de Madrid.
También esta madrileña descendiente de vizcaínos hizo historia al ser la primera mujer en conducir un ferrocarril en España y además se convirtió en la primera alcaldesa de Bilbao, en los últimos años de dictadura franquista: concretamente entre 1969 y 1975.
Así pues, Pilar Careaga ha pasado a la historia como una de las mujeres referentes en el mundo de la ingeniería en España.
Elisa Leonida Zamfirescu
Fue con anterioridad cuando por primera vez en la historia una mujer alcanzaba la titulación de ingeniera.
Aunque no existe consenso al respecto, algunas informaciones hablan de la rumana Elisa Leonida Zamfirescu (1887-1973) como una de las primeras mujeres del mundo en obtener un título de ingeniería. Concretamente en 1912 pasaba a ser la primera mujer ingeniera de la historia de Rumanía y también la primera en Alemania.
Habría que explicar que su solicitud de ingreso en la Facultad de Puentes y Caminos de Bucarest fue rechazada, por lo que hubo de titularse en Real Academia de Tecnología de Berlín (actualmente la Universidad Técnica de la capital germana).
A pesar de esto, volvió a su país de origen a ejercer, comenzando su carrera profesional en el Instituto Geológico de Rumanía, de reciente creación en aquel momento.
Alice Perry
La irlandesa Alice Perry (1885-1969) “rivaliza” con Zamfirescu en quién fue la primera mujer europea con un título en ingeniería, algo que consiguió en 1906 en el entonces conocido como Queens College de su ciudad, Galway, por lo que lo habría obtenido seis años antes que la rumana.
Tras experiencias profesionales vinculadas con su formación académica en su Galway natal y posteriormente en Londres y Glasgow, acabaría mudándose en los años 20 a Estados Unidos, en concreto a Boston, donde viró su carrera profesional hacia la literatura.
Además de escritora y editora de poesía, se convirtió también en parte activa del movimiento de la Ciencia Cristiana.
Emily Warren Roebling
Aunque era autodidacta, por lo que no computa en las categorías de ingenieras con titulación, Emily Warren Roebling (1843-1903) ha pasado a la historia, aunque la fama le llegó de forma no buscada.
Y es que su suegro, John Augustus Roebling, era el encargado de la construcción del Puente de Brooklyn, pero falleció repentinamente, por lo que el trabajo recayó en su hijo Washington. Sin embargo, éste también contrajo una enfermedad -síndrome de descompresión- que le postró en la cama.
Por ello, ella tuvo que asumir el papel de enlace entre su marido -ingeniero jefe de la obra- y las administraciones u otros ingenieros, lo que le llevó a convertirse en ingeniera autodidacta y jugar un importante papel en la finalización de esta emblemática infraestructura neoyorquina.
Edith Clarke
Edith Clarke (1883-1959) es también un referente femenino en el mundo de la ingeniería puesto que es la primera mujer en conseguir una titulación en esta rama en Estados Unidos, concretamente en ingeniería eléctrica, en el prestigioso MIT, en 1919.
También pasó a la historia como primera profesora de ingeniería en la universidad (en 1947, en la de Texas) y, además, es la inventora de la Calculadora Clarke.
Este aparato fue creado en 1921 como un dispositivo gráfico que facilitaba y aceleraba cálculos complejos necesarios para la ingeniería eléctrica, especialmente en la transmisión de energía eléctrica de larga distancia.
Un dispositivo que fue revolucionario porque su velocidad (diez veces superior a los métodos tradicionales manuales que se usaban hasta entonces) y por su fiabilidad (puesto que contaba con un margen de error del 1%).
