- La IA más frecuente a día de hoy es la IA Estrecha, diseñada para realizar tareas específicas sin conciencia ni comprensión real del contexto.
- Aunque está en desarrollo, la IA General es aquella con la que las máquinas podrían razonar, aprender o adaptarse a las circunstancias.
- Meramente teórica, por IA Superinteligente entendemos aquella Inteligencia Artificial que superaría la inteligencia humana en cualquier aspecto, incluidos aquellos tan “personales” como las habilidades sociales o la creatividad.
La Inteligencia Artificial se puede definir como la capacidad de las máquinas para imitar cómo los seres humanos no solo aprenden sino razonan, aprendiendo a desempeñar tareas e incluso mejorarlas partiendo de la información de la que disponen, tal y como lo haría un ser humano.
A la hora de distinguir los diferentes tipos existentes, podemos encontrar varias posibles clasificaciones. En este caso, veamos las principales características de la Inteligencia Artificial según su capacidad o nivel de inteligencia.
Inteligencia Artificial según su capacidad
De acuerdo con el nivel de inteligencia o su capacidad podemos encontrarnos tres tipos diferentes de IA, siendo una de ellas la más extendida y otra que se encuentra, quién sabe si solo de momento, en el plano teórico.
IA Estrecha
La Inteligencia Artificial Estrecha (o ANI, por sus siglas en inglés: Artificial Narrow Intelligence) se trata de aquella tecnología destinada al desempeño de tareas específicas al estar hablando de sistemas entrenados con un objetivo en concreto.
Aunque esto pueda parecer una desventaja realmente no lo es, puesto que sirve para garantizar el cumplimiento de las funciones que le han sido asignadas.
Carece de conciencia o de comprensión real del contexto que le rodea, siendo la IA más común en la actualidad y hallándose en aplicaciones cotidianas como los chatbots, los asistentes de voz, los sistemas de recomendación o los reconocimientos faciales.
IA General
Mientras que en el anterior caso hablábamos de ANI, en este caso lo hacemos de AGI (Artificial General Intelligence) y supone ir un paso más allá al permitir el razonamiento, el aprendizaje o la adaptación a tareas intelectuales propias de los humanos.
Este tipo de IA, todavía en fase teórica, podría desempeñar cualquier tarea intelectual con una capacidad de aprendizaje autónoma que le proveería de un alto grado de adaptabilidad.
Por mucho que sistemas actuales como Chat GPT hayan podido avanzar enormemente, todavía no se ha alcanzado una inteligencia equiparable a la humana.
IA Superior
Tras ANI y AGI, llegamos a ASI: Artificial Superior Intelligence, un tipo de IA que únicamente existe en el plano teórico y en el de la ciencia ficción.
Se trata de modelos que superarían a la inteligencia humana en facetas tan variadas y diversas como la toma de decisiones, las habilidades sociales o la creatividad.
La capacidad de automejora, así como encontrarse en disposición de tomar decisiones complejas de manera autónoma supondría el incremento de debates éticos y de control ante todas las posibilidades con las que contarían las máquinas.
Posicionamiento de Telefónica en Inteligencia Artificial
El posicionamiento de Telefónica en materia de IA surge de la premisa de que permite tomar decisiones rápidas, optimizar procesos de fabricación o minimizar costes operativos pero con un diseño o un uso que “no está exento de riesgos”.
Para ello, la compañía incide en que “el mayor reto al que nos enfrentamos hoy es diseñar un modelo de gobernanza para la IA que pueda aprovechar todo su potencial”, algo a lo que hay que añadir que el alcance de esta tecnología no se queda limitado a las fronteras nacionales, lo cual requiere enfoques y soluciones a escala global.
Para ello se aboga por un modelo de gobernanza basado en tres pilares: directrices globales, autorregulación y una regulación basada en riesgos.