¿En qué consisten las smart cities?
Las Smart Cities o ciudades inteligentes son ciudades donde se integra la tecnología para mejorar la eficiencia y la gestión de recursos de los servicios públicos y con ello, hacer la vida más fácil a sus habitantes.
Esto incluye elementos como sensores que detectan el tráfico para regular mejor los semáforos, contenedores de basura que avisan cuando están llenos, farolas que se encienden cuando detectan gente cerca, etc.
La idea principal es que la ciudad recoja, procese y actúe en consecuencia de los datos recogidos en tiempo real. Esto permite tomar decisiones más rápidas y acertadas, mejorando la movilidad, la seguridad, la gestión del agua, la energía y la seguridad entre otros.
¿Qué influencia tiene el 5G en las ciudades inteligentes?
El 5G es una pieza clave para una Smart City, ya que esta tecnología permite velocidades de conexión de hasta 1Gbit/s, latencias en torno a 1ms y millones de conexiones de dispositivos IoT en un kilómetro cuadrado. Esta última característica es esencial en un entorno en el que muchos dispositivos tienen que estar conectados al mismo tiempo y enviando y recibiendo información en tiempo real.
Además, el 5G permite una mayor fiabilidad y capacidad inmediata de respuesta por parte de la red, lo que aporta adaptabilidad en entornos cambiantes, como las ciudades.
Todo esto se traduce en una infraestructura digital mucho más robusta y escalable, capaz de soportar servicios complejos que requieren las Smart City para operar.
¿A qué retos pueden enfrentarse las Smart Cities con el desarrollo del 5G?
La implantación del 5G para el desarrollo de ciudades inteligentes, además de grandes avances, también presenta grandes desafíos que deben tenerse en cuenta para asegurar su desarrollo.
Uno de los principales desafíos reside en la infraestructura, ya que la red 5G para Smart Cities requiere de una gran densidad de dispositivos y estaciones bases distribuidas por la ciudad, lo que implica un gasto económico significativo y muy buena planificación de la cobertura de la ciudad.
Además, es importante abordar los riesgos de ciberseguridad. La gestión y protección de los datos de usuario es clave, ya que garantizar un entorno digital seguro favorece la confianza ciudadana y permite aprovechar al máximo el potencial del 5G.
También es fundamental promover una implementación equitativa e inclusiva del 5G para que todas las zonas puedan beneficiarse de igual manera de las nuevas tecnologías y así fomentar un desarrollo urbano más justo y accesible.
Por último, hay que asegurar que los dispositivos y las plataformas de gestión de datos que se utilizarán sean interoperables. Por ejemplo, un sensor de proximidad de una marca debe poder comunicarse eficientemente con una plataforma de gestión de datos de otra marca diferente.
¿Qué ejemplos concretos puede haber de mejoras en las ciudades gracias al 5G?
Entre otras muchas aplicaciones, con el 5G es posible crear una nueva generación de servicios urbanos más inteligentes y autónomos. A continuación, listo algunos ejemplos en los siguientes ámbitos:
- Transporte autónomo y conectado: vehículos que se comunican entre sí y con semáforos, pasos de cebra, señales etc. para evitar accidentes o elegir rutas más eficientes según las condiciones. También es posible redirigir el transporte público según la demanda de este y optimizando rutas para reducir las emisiones.
- Alumbrado y señalización: como farolas que ajustan su intensidad si detectan la presencia de vehículos o peatones y señales que se adapten de manera dinámica según las condiciones del tráfico o eventos de la vía (como la hora de salida de un colegio).
- Gestión del tráfico en tiempo real: es posible detectar accidentes y congestiones de manera inmediata y de esta manera redirigir el tráfico.
- Videovigilancia urbana: a partir de cámaras que son capaces de analizar las imágenes captadas de forma inmediata detectar problemas o escenarios de riesgo y tomar las medidas más adecuadas de forma autónoma.
- Drones que pueden utilizarse para control de vía urbana, inspección rutinaria de infraestructuras o reparto de material médico con mayor rapidez y en zonas de difícil acceso.
- Telemedicina urbana: con ambulancias conectadas y comunicando el estado del paciente en tiempo real para una intervención más adaptada y rápida a la llegada al hospital.
- Gestión inteligente de residuos: contenedores y papeleras que notifican cuando están llenos para optimizar rutas de recogida y reducir emisiones.
- Control de la calidad del aire y del agua: para emitir consejos y restricciones a la ciudadanía en caso de ser necesario.
¿Cómo se conectan los dispositivos y sensores de una ciudad?
Todos los dispositivos pertenecientes a la smart city, utilizan redes inalámbricas como 4G, 5G o WiFi para para poder comunicarse entre ellos y mandar la información que recogen a una plataforma central de control, desde la cual los datos son procesados y analizados.
Además, otras tecnologías como NB-IoT también son comunes en entornos urbanos ya que se caracterizan por un bajo consumo energético y amplia huella de cobertura.
A través del procesado de estos datos, se generan acciones o alarmas de forma automática y en tiempo real.
¿Qué diferencia hay entra una ciudad con buena conectividad y una Smart City?
Tener buena conectividad es un requisito necesario, pero no suficiente para una Smart City.
Una ciudad con buena conectividad es aquella en la que podemos acceder de forma estable y con buena calidad a internet, ya sea mediante redes fijas o móviles. Lo que convertiría a una ciudad en inteligente es la recolección y el uso de datos de esta.
La diferencia está en el uso activo de la tecnología para optimizar el funcionamiento de la ciudad y mejorar la vida de sus habitantes.