La certificación de dispositivos es un proceso técnico que sirve para verificar que un dispositivo móvil funciona correctamente, es seguro y cumple con los requisitos de calidad y compatibilidad antes de que llegue al usuario final.
En general, se revisan varios aspectos, que en un dispositivo móvil serían:
- Funcionamiento básico: se comprueba que el dispositivo móvil puede hacer llamadas, enviar mensajes, conectarse a internet, etc.
- Compatibilidad con redes: se asegura que el dispositivo funcione bien con las redes móviles (como 4G, 5G, IMS, etc.).
- Seguridad: se evalúan aspectos como la protección contra fraudes, el borrado seguro de datos y la resistencia ante ataques.
- Calidad técnica: se revisan aspectos como la duración de batería, la calidad de la cámara, el rendimiento del procesador, etc.
- Software actualizado: se valida que el sistema operativo esté correctamente instalado y funcione sin errores.
¿Por qué es importante?
La certificación es importante por varios motivos. El primero y más importante es para proteger al cliente: asegurando que el dispositivo funciona como debe, y cumple con todas las normativas vigentes de seguridad y protección de la salud.
También sirve para mejorar lo que llamamos la “experiencia de usuario”, o conjunto de sensaciones, percepciones y respuestas que tiene una persona cuando interactúa con un dispositivo móvil. No se trata solo de si algo funciona, sino de cómo se siente al usarlo, si es fácil de utilizar, agradable a la vista o accesible, por ejemplo.
Desde el punto de vista del operador, la certificación no sólo es importante, sino también es muy necesaria, porque así podemos detectar y corregir posibles fallos, antes de que el dispositivo llegue al cliente. Además, estas pruebas nos permiten caracterizar al dispositivo, es decir, entender bien cómo funciona y cómo realiza las operaciones básicas, o cómo muestra nuestros servicios al usuario.
De esta manera, podemos dar una respuesta más rápida a las preguntas del cliente, o reproducir más fácilmente algún escenario que nos plantee, para ayudarle con las diferentes consultas que pueda tener. También aseguramos que los dispositivos funcionen bien en todas las redes del grupo, garantizando que cumplen con los estándares de seguridad y calidad exigidos por la compañía.
Cuando un cliente compra un dispositivo certificado por el operador, tiene la confianza de que ha sido probado y validado con el nivel de calidad que asegura un funcionamiento óptimo en dicha red y su país, así como la seguridad de que sus datos están protegidos.
¿Qué certificaciones son importantes para dispositivos móviles en Telefónica?
Las normativas locales y globales deben cumplirse siempre y en todos los dispositivos móviles. Por ejemplo, a nivel europeo, seguro que habréis oído hablar del “marcado CE” (todos los productos que se comercializan en el espacio económico europeo deben llevar el símbolo “CE” o “Conformité Européenne”), que no es más que una declaración del fabricante que indica que su producto cumple con los requisitos esenciales de seguridad, salud, protección ambiental y compatibilidad electromagnética establecidos por la legislación europea.
Este marcado no requiere licencia, pero sí exige que el fabricante evalúe la conformidad del producto, prepare un expediente técnico y redacte y firme una Declaración de Conformidad. En el caso de los dispositivos móviles, el marcado CE implica que el terminal ha sido evaluado conforme a directivas como:
- LVD (Baja Tensión): seguridad eléctrica.
- EMC (Compatibilidad Electromagnética): evita interferencias.
- RED (Equipos de Radio): para dispositivos con Wi-Fi, Bluetooth, etc.
- RoHS: limita el uso de sustancias peligrosas.
- RAEE: gestión de residuos electrónicos.
En Telefónica, además del marcado CE, que, como hemos dicho, es obligatorio en Europa para todos los productos, pedimos también que los dispositivos móviles hayan sido certificados por el GCF (Global Certification Forum), que es una organización internacional que se encarga de certificar dispositivos móviles y de IoT (como smartphones, routers, módulos embebidos, etc.) para garantizar que cumplen con los estándares de interoperabilidad definidos por el 3GPP (Third Generation Partnership Project- organismo internacional de estandarización de telecomunicaciones que desarrolla los estándares técnicos para las redes móviles, desde 2G (GSM) hasta, próximamente, 6G) y otros organismos de estandarización.
Su certificación combina pruebas de conformidad en laboratorio con pruebas de campo en redes comerciales, y verifica que los dispositivos funcionen correctamente con infraestructuras de distintos proveedores y tecnologías como VoLTE, 5G, eSIM, entre otras.
También hay otras certificaciones, como el “Bluetooth Certificate” o el certificado de la “Wi-Fi Alliance” otorgado a los dispositivos que soportan tecnologías de corto alcance como Bluetooth o Wi-Fi respectivamente, que también son obligatorias en Telefónica.
¿Qué añade la certificación de Telefónica?
Todos los certificados anteriores nos sirven de base para delimitar el plan de pruebas “pendiente”. Es decir, los certificados establecerían los mínimos requisitos que ha de cumplir un dispositivo para “funcionar”, y con nuestra certificación de Telefónica, aseguramos que va a “funcionar de manera óptima en nuestras redes”.
Porque apoyándonos en los certificados que un dispositivo móvil dispone, evitamos repetir pruebas que ya se han pasado satisfactoriamente (ahorrando tiempo y dinero), centrándonos en aquellas que no se han cubierto, bien por ser de funcionalidades estratégicas que se han lanzado sólo en Telefónica, o bien por ocurrir en unos escenarios particulares del operador, que no se reproducen en condiciones normales.
Así, en Telefónica hacemos pruebas tanto técnicas como funcionales, sobre nuestras redes, evaluando temas de conectividad (igual os suenan las siglas VoNR, VoWi-Fi, 5G SA), rendimiento (duración de batería), compatibilidad con servicios del operador (RCS, Slicing, etc), seguridad, cámara, accesibilidad y más. Se valida el software, el hardware y la personalización del terminal.
En Telefónica, certificamos cientos de modelos cada semestre, antes de que lleguen a nuestras tiendas, aplicando un modelo global de certificación para asegurar que los dispositivos cumplen con los requisitos técnicos y de seguridad, así como con nuestros estándares de calidad, en todos los países del grupo.
Y los errores que detectamos, son corregidos por los fabricantes antes de comercializar cada dispositivo o, si son graves, el dispositivo es rechazado y se elimina del portafolio de nuestras tiendas.
Pero no sólo optimizamos nuestros dispositivos, sino que los errores detectados o las mejoras, el fabricante las acaba integrando también en las versiones de software “abierto” que podréis encontraros en los dispositivos móviles de diferentes tiendas de electrónica.







