El liderazgo en entornos de trabajo híbridos y remotos

El trabajo remoto es una modalidad que ha existido desde hace ya mucho tiempo y que ya muchas empresas han adoptado como algo cotidiano.  Desde el punto de vista gerencial tiene aristas que vale la pena revisar y para las que hay que prepararse.

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Juan Forero Seguir

Tiempo de lectura: 6 min

El trabajo remoto es un viejo conocido

Yo entré a trabajar en Telefónica hace ya 27 años.  Una de mis primeras asignaciones fue colaborar en la puesta en producción de la solución T-Motion, un two-way pager de la empresa RIM y predecesor del BlackBerry.

En ese entonces recuerdo estar en un evento en el que la gente de RIM contaba la anécdota de la cantidad de detractores de su solución que se preguntaban; ¿Quién va a querer que su correo electrónico llegue a un dispositivo móvil en su cinturón?

Un par de años después ya era algo común leer los correos y responderlos desde los primeros teléfonos inteligentes.  Los primeros BlackBerry estaban dotados de teclados completos para facilitar esa gestión.  Ya no tenías que esperar a llegar a la oficina para responder tus correos. 

RIM creció mucho en esa época y comenzó a contratar a gente fuera de Canadá. Algunos de ellos en Estados Unidos y otros en Bogotá ¡Que trabajaban desde sus casas! Esto a mi me parecía como de otro mundo, porque cuando me casé, me mudé al que sería mi primer apartamento y me tomaba una hora llegar al trabajo cada mañana.

Ya entonces hablabas con muchos de ellos y te explicaban algunos bemoles de ese trabajo remoto.

El trabajo remoto y sus particularidades

Las primeras cosas que me decían mis amigos de RIM es que al trabajar remoto era importante separar el espacio.  Debías tener un lugar para usar de oficina, poner tus documentos y asegurar algo de privacidad cuando ésta fuera necesaria.

Lo siguiente era disponerte para el trabajo. Algunos de ellos se vestían con ropa de oficina para tener una mejor disposición para trabajar.  También era necesario hacer una rutina para acostumbrarte a cumplir un horario.

El separar los temas domésticos.  Especialmente los que tenían niños pequeños tenían que lograr gestionar sus temas domésticos, para que su familia entendiera que, aunque lo vieran en casa en realidad no estaba disponible para los quehaceres diarios.

El miedo detrás del trabajo remoto

Mucho después de esos primeros encuentros con la figura del trabajo remoto comenzó a hablarse del tema en Telefónica Venezolana.  Alrededor del 2017 comenzaron a hacerse algunos “programas piloto” pero en ese entonces había mucho miedo alrededor del tema.

La primera creencia era que si no estábamos controlando a nuestros empleados el trabajo no se iba a hacer. Esos primeros pilotos requerían que hiciéramos planificaciones de trabajo semanales con la persona que iba a trabajar desde casa y documentar los resultados obtenidos.

Por supuesto que los beneficios de esos primeros intentos se dejaron ver.  Recuerdo que para ese piloto le di la oportunidad a una de mis colaboradoras que vivía en una ciudad dormitorio cerca de Caracas y tenía que salir de noche de su casa para llegar a tiempo a trabajar.  Su productividad se multiplicó además de su bienestar por todo ese tiempo que podía aprovechar de una manera distinta.

La pandemia lo cambió todo

Cuando se sucede la pandemia del COVID en Venezuela el gobierno determinó que la población tenía que resguardarse en sus casas y nos vimos forzados a activar el teletrabajo para toda la empresa.

En las exigencias de esa misma situación se reforzaron las bondades del trabajo remoto.  Al administrar correctamente el tiempo podías gestionar más tiempo familiar y en mi caso pude acompañar a mi hija menor en su aventura de hacer su primer grado de primaria de manera digital.  Recuerdo que la sentaba a mi lado para que recibiera sus clases mientras yo estaba trabajando.

Fue la necesidad la que nos obligó a dar ese paso de fe de que el trabajo si se iba a hacer y los resultados lo demostraron, tanto así que al terminar la situación apremiante surgió el modelo del trabajo híbrido.

Con el modelo hibrido, los empleados trabajamos dos días desde casa y tres días de manera presencial.  Los días en casa nos permitían gestionar muchas más cosas al mismo tiempo, mientras los presenciales nos daban foco y la oportunidad del networking con los compañeros.

El liderazgo en el modelo híbrido: ¿Cuáles han sido los retos de este trabajo híbrido?

La gestión del tiempo es una de las primeras cosas que toca resolver.  Al estar en casa puede que tengamos la tendencia de flexibilizar los horarios y me comenzó a pasar que mis colaboradores no me respondían al instante, como cuando los tienes sentados al lado.  La solución: agendar espacios.  Al estar remotos es importante agendar llamadas o reuniones cortas de alineación.

De esos primeros desencuentros surgió rápidamente otro aspecto del trabajo remoto: La flexibilidad.  Los entornos híbridos se benefician de ser flexibles.  De permitir que cada uno gestione su tiempo a través del Liderazgo por objetivos y así permitir capitalizar los beneficios de estar fuera de la oficina.

En el caso de los entornos híbridos también resulta necesario planificar el tiempo presencial. Por una parte, para tener un día a la semana para reunir a todos y por otra para asegurar que el área tenga siempre a miembros del equipo presenciales para responder a una eventual necesidad.

Por último, el seguimiento y retroalimentación continuos.  Siendo que el contacto ya no es tan continuo como antes, conviene tener un espacio semanal de revisión de resultados y planificación del trabajo, ya no desde aquel miedo antiguo, sino desde el entendimiento de que la condición remota requiere un poco más de coordinación para entregar los mejores resultados.

El trabajo remoto es trabajo

Mi hijo mayor estudia ingeniería informática y terminó la carga académica este año.  La empresa que lo contrató tiene el modelo de trabajo híbrido y le asigna un día a la semana para trabajar desde sus casas.  El primer día que le tocó coincidió que yo también trabajaba desde casa y me toco ir a despertarlo para recordarle que el trabajo remoto es trabajo.  Que no por estar en casa significa que hagas menos horas de jornada o entregues menos resultados.

El trabajo remoto es trabajo significa que tengo que estar en capacidad de trabajar desde casa.  Debo tener condiciones de espacio y las herramientas para trabajar.  Una de mis colaboradoras comenzó a tener cortes programados del servicio eléctrico todos los martes y por supuesto que ese día se convirtió en uno de sus días fijos para trabajar presencial.  Recientemente estamos haciendo unas pruebas que solo se pueden hacer desde la oficina y llevamos dos semanas viniendo presencial todos los días.

¡Lideremos el cambio!

El trabajo remoto es una tendencia muy beneficiosa.  Nos ahorra el tiempo de traslado y nos permite tener una mezcla distinta de tiempo laboral y personal que beneficie a nuestra balanza hacia el bienestar.

El líder puede ver y gestionar esta realidad desde la flexibilidad, la cercanía y el seguimiento de los objetivos, desarrollando la resolutividad y la autonomía en su equipo de trabajo.

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