La digitalización y las nuevas formas de interactuar han impulsado que en los últimos años – después de pandemia – las empresas otorguen un mayor protagonismo a su área de comunicaciones corporativas.
El objetivo
Su objetivo: construir y fortalecer una identidad diferencial, tanto interna como externamente. Todo, basado en acciones y estrategias comunicacionales en las que el mensaje es lo más importante y debe tener siempre un propósito, coherencia y conectar de manera genuina con su receptor.
Por ejemplo, desde el área de comunicaciones internas se busca alinear los mensajes corporativos con sus colaboradores, potenciar las iniciativas que se desarrollan para su beneficio y conectarlos con el propósito de la empresa. Promover una comunicación bidireccional.
De manera complementaria, es importante mantenerlos alineados con los objetivos de la empresa y cómo cada persona juega un rol importante para su cumplimiento.
En las comunicaciones externas
Para el caso de las comunicaciones externas, el público objetivo son los clientes, medios de comunicación, inversores, la sociedad en general, entre otros. Su objetivo: cuidar la imagen, reputación y fortalecer la relación de la compañía con su público externo.
Aquí la coherencia comunicacional es vital, es relevante que exista una relación frente a lo que se comunique tanto interna como externamente. Adicionalmente, no olvidar la premisa: Todo comunica.
Por eso es importante que, ante cualquier duda comunicacional, las diferentes áreas de la compañía busquen la asesoría del área de comunicaciones. Esto permitirá alinear mensajes y potenciarlos, buscando siempre que lo que se difunda cumpla con los estándares corporativos y sea bien recibido por el público objetivo.
