En mis clases de la universidad bromeaban mis alumnos porque pronto podría ser yo el sustituido. Y tienen su parte de razón. Con los contenidos bien elegidos por parte del director académico se podría generar automáticamente un entretenido podcast sintético e inclusive mantener charlas con mi alter ego personalizado. Y siempre estaría disponible (24×7), servicial y de muy buen humor… ¡y en múltiples idiomas! Espero que no se enteren de esto.
Diversos ejemplos para confirmar hipótesis
Sakana AI es una empresa japonesa que ha conseguido generar un artículo científico sin intervención humana, que ha pasado una revisión por pares ciegos en el mes de abril y se presentó así en un taller internacional. Es un primer paso para que los científicos se puedan dedicar a pensar y tengan menos presión para cubrir su cupo de publicaciones anuales en revistas de impacto.
Microsoft CTO Kevin Scott dijo que el 95% del código que generen en 2030 lo hará la IA. Sundar Pichai, CEO de Google, dicen que generan hoy en día más del 30%. ¿Cómo serán las empresas que precisen programadores o profesionales STEM?
Quizás hayan leído la siguiente noticia, aunque la adjunto aquí (disculpen, así me lo sugirió mi IA generativa al escribir este artículo): En un reciente estudio danés, los economistas Humlum y Vestergaard han mirado de cerca el impacto de los chatbots en profesiones que, según parece, iban a ser barridas por la inteligencia artificial: contables, periodistas, profesores, abogados… Sin embargo, los datos dicen otra cosa. Ni los salarios ni las horas trabajadas han cambiado, ni siquiera un tímido uno por ciento. La tecnología avanza, sí, pero la realidad aparece bajo un tibio amanecer, apenas se inmuta (por el momento). Quizá el verdadero cambio sea más sutil y menos predecible de lo que imaginamos desde la distancia.
Kuang-Hsien Wang y Wen-Cheng Lu han publicado también este otro estudio, esta vez en Taiwan con 3.682 trabajadores a tiempo completo y a nivel nacional: se les preguntó sobre los riesgos de sentirse desplazados por la IA. Este estudio revela que quienes perciben un mayor riesgo son principalmente mujeres, personas mayores, con un alto nivel educativo, usuarios frecuentes de Internet y trabajadores remotos. Preocupa la inteligencia artificial a quienes dirigen fábricas y empresas de servicios; los ejecutivos miran el futuro con recelo. Curiosamente, los recién llegados al mundo laboral temen menos por su puesto: ven la amenaza más lejos que sus mayores. También, de momento, la IA acompaña más que reemplaza, y la temida ola de desempleo sigue siendo, por ahora, solo un rumor de café en los pasillos de las empresas.
Un último artículo publicado por el MIT viene a confirmar esta hipótesis. Dicen que como la IA se basa en una aproximación universal funciona mal cuando los datos son pequeños o sesgados, el aprendizaje automático es insuficiente o existen dilemas éticos. En estos escenarios la máquina funciona mal y se corresponden con tareas mejor realizadas (o complementadas) por humanos. Son trabajos intensivos que estarían asociados a las categorías englobadas en las siglas EPOCH: Empathy, Presence, Opinion, Creativiy, Hope. Y ponen ejemplos de profesiones que carecen de riesgo de ser sustituidas: responsables de gestión de emergencias, psicólogos, cuidadores de niños, especialistas en relaciones públicas y directores de cine. Dicen que no las llaman adrede “soft skills” porque justamente no son así, son complejas y arduas de enseñar.
Conclusiones
Ha llegado el momento de sentarse en la silla y reflexionar por un momento antes de que nos llegue la apisonadora. ¿Qué nos espera en nuestra profesión? ¿Cuál será nuestro siguiente renacer y transformación laboral? ¿Cómo compatibilizaremos la IA? No solo hay que ser experto en “prompt engineering” y “Zero Coding”. No solo hay que hincharse a cursos de liderazgo y comunicación. No solo hay que terminarse los cincuenta cursos de últimas tecnologías de impacto. En mi caso el camino próximo aún es largo, espero estar disponible (Dios mediante) hasta casi llegado el año 2040. Valgan estas líneas y lo mejor de todo, valgan las preguntas para abrirnos camino. Un poco a lo Machado.