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La España rural y la evolución del teléfono: el manifiesto de un pueblo

Numerosos pueblos de la España rural tienen historias que muestran la importancia de la evolución de sus comunicaciones para sus habitantes. Hoy te quiero contar precisamente las de mi querido Campillo de Deleitosa en la provincia de Cáceres, que ha sido testigo de la evolución de las comunicaciones, desde el primer teléfono fijo pasando por el cobre y los primeros teléfonos móviles hasta llegar a la cobertura actual de fibra y móvil.

Pedro Morales

El primer teléfono

Nos tenemos que remontar al año 1917. Campillo de Deleitosa era un pueblo aventajado en esa época, pues ya tenía electricidad en ese año, puesto que tenía varias centrales hidroeléctricas. La electricidad producida en Campillo abastecía a grandes ciudades como Cáceres capital. La electricidad funcionaba durante la noche únicamente. Los cables de alta tensión estaban sin electricidad durante toda la mañana, y se aprovechaban para ser usados para comunicaciones telefónicas cercanas, por ejemplo, entre las propias centrales eléctricas, o incluso, para llamar al pueblo de al lado a la guardia civil, o para ver si en la farmacia tenían algún medicamento, ya que para ir de un pueblo al otro había que ir en caballos, y de esta manera si no lo tenían, se ahorraban el viaje.

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La llegada del Servicio Telefónico

En 1957 llega el Servicio Telefónico Básico. Como ya os contamos en el artículo que hicimos sobre Campillo por nuestros 100 años, en el pueblo hubo distintas telefonistas durante la época. Paca, fue la primera de ellas, que estaba de guardia las 24 horas. Paca, desde Campillo siempre contactaba con otra telefonista que estaba en la central de Peraleda de la Mata (Cáceres), y esta central ya tenía conexión directa con Madrid (Gran Vía) según nos cuentan los habitantes. En algunas ocasiones, había que esperar varias horas para poder hablar, depende de la demanda que hubiese y de los “saltos” entre centrales que hubiese que dar. Nuestras telefonistas siempre ponían toda la carne en el asador para poner conectar a las personas.

La primera central automática

Preguntando a los vecinos más mayores, no recuerdan con claridad cuando se puso la primera central automática, aunque todos coinciden en que fue en los años 70. Esta central se ubicó cerca del actual edificio del Ayuntamiento. Nos cuentan los vecinos que tenía un aspecto como de un gran contenedor fabricada en plástico. Se empiezan a instalar teléfonos en los domicilios, y se asigna el rango de numeración 9275580XX

La central actual

En los años 90, se construye la central actual (ya de obra) y se renueva toda la infraestructura telefónica, preparando a Campillo para los futuros servicios que llegarán años después como el ADSL. También se produce el cambio de numeración a todos los abonados del pueblo pasándola a 9275750XX y dejando en reserva la 9275751XX por si fuese necesaria activarla si hubiese mayor demanda a futuro. Por desgracia nunca la hubo, y el bloque 9275750XX nunca se llegó a llenar.

El teléfono público

En Campillo fue instalada una cabina pública en los 80. Permitía realizar llamadas sobre todo a la gente que venía en verano, porque no tenían teléfono en casa. La cabina fue sustituida a finales de los 90 por una más moderna que ya permitía el uso de tarjetas telefónicas, así como recargar saldo en los teléfonos móviles. Finalmente fue retirada en 2015 por falta de uso.

Adicionalmente en uno de los bares del pueblo también había teléfono público, pero con un Teletax.

Este dispositivo contaba los “pasos”, y cuando se colgaba la llamada, se multiplicaba el número de pasos por el precio y se sacaba el importe de la llamada. Digamos que era como un “taxímetro telefónico”.

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